Aprendí a conectar desde la raíz con mis sentidos y a animarme a escribir sin exigencia. Las consignas me han servido para liberar, me han conectado con una etapa mía muy lejana en la que escribía de manera natural, pero que permanecía dormida. ¡La experiencia me encantó!
Me siento muy enriquecida después del taller. No fue una experiencia una más. Pude conocer la escritura y sus distintas caras y encariñarme con ella. Escribí frases y textos que no imaginé que iban a salir de mí, por más simple que fueran. Ahora estoy más despierta, atenta y receptiva.
Antes me sentía apagada porque no encontraba emociones de las cuales escribir, ahora observo y me detengo a pensar en todas las emociones que pasan por mí, y eso me inspira. Siento que mi alrededor es arte y que tengo los medios para poder expresar eso que siento mediante mis sentidos.
En el primer ejercicio me hiciste ver, mejor dicho escribir, lo que no podía verbalizar. ¡Gracias Jime!
Te agradezco por enseñar con cada una de tus palabras este taller. Te sigo y me encanta lo que hacés. Te felicito por tu trabajo y la forma en que lo comunicás, llega al alma.
Me sentí acompañada, guiada, cómoda, a gusto, sin juicio de valor, me encontré en silencio un domingo, eligiendo este tiempo para mí y aprovechándolo al máximo. ¡Gracias!